Alexis Flores era hasta hace dos semanas uno de los asesores más cercanos al subsecretario Zúñiga. Y Orlando Durán era el jefe de la división encargada de contratar las residencias sanitarias. Uno de los hoteles seleccionados pertenecía al propio Durán y Flores hizo gestiones para apurar el pago a los albergues. Ambos son parte de un elenco de militantes UDI que han trabajado en distintas municipalidades y organismos de Salud pública. El nombre de Flores ya había aparecido, con honorarios irregulares, en el Caso Basura. Flores habló con CIPER y aseguró que no trató de favorecer a Durán al pedir que se agilizaran los pagos, sino que lo hizo a petición de un asesor de la Presidencia que intercedió por otra empresa: el Hotel Nippon.
El periodista Alexis Flores es un militante de la UDI con buen tránsito en los círculos de poder de ese partido. Hasta el pasado miércoles 17 de junio fue uno de los más cercanos asesores del subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga. Ese día, la estrella de Flores se apagó y tuvo que salir del Ministerio. ¿La razón? Había intercedido para que se aceleraran los pagos a las residencias sanitarias contratadas por el Ministerio de Salud (Minsal) para hospedar a personas con Covid que no pueden hacer el aislamiento en sus hogares. Esa gestión de Flores favorecía, entre otros albergues, al Hotel Clínico SpA.
La sociedad Hotel Clínico se constituyó recién el 24 de marzo pasado, cuando la pandemia ya llevaba tres semanas extendiéndose por Chile, y uno de sus socios es Orlando Durán, también UDI. Durán era, al mismo tiempo, jefe de la División de Atención Primaria (Divap) de la misma subsecretaría de Redes Asistenciales. Y su repartición era la encargada de contratar los hoteles. La pareja de Durán, Alexandra González, firmó el contrato con Redes Asistenciales como representante legal y socia de Hotel Clínico. Ella era, en paralelo, funcionaria del Servicio de Salud Metropolitano Occidente.
El evidente conflicto de interés originó una querella presentada por el subsecretario Zúñiga –investigación que aterrizó en la Fiscalía de Alta Complejidad– y un sumario de la Contraloría, además de la destitución de Orlando Durán y la caída de Alexis Flores.
Durán y Flores son viejos conocidos. Ambos son apuntados como parte de lo que en la jerga de los partidos políticos se conoce como una “trenza”: un grupo de militantes que, desde sus cargos públicos, se favorecen unos a otros con empleos y contrataciones pagadas con fondos fiscales. Funcionarios del Minsal que los conocen –y que también militan en las filas oficialistas–, indican que ambos han ido subiendo en la estructura de la red administrativa de Salud de la mano del actual director del Servicio de Salud Occidente, Francisco Miranda, ex alcalde UDI de San Bernardo.
Subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga.
El conflicto de interés en la contratación del Hotel Clínico y el correo en el que Alexis Flores pide apurar el pago a las residencias sanitarias fueron revelados por reportajes del diario electrónico Interferencia. Esa denuncia se convirtió en la punta de una hebra que tiene de cabeza a la Subsecretaría de Redes Asistenciales. Por orden de Arturo Zúñiga, todas las contrataciones de residencias sanitarias están siendo revisadas. Y ya aparecieron otros focos del mismo incendio, como el contrato que terminó siendo suspendido con un hotel de San Antonio vinculado a la familia del subsecretario de Obras Públicas y vicepresidente de la UDI, Cristóbal Leturia.
CIPER contactó a Alexis Flores, quien negó formar parte de una “trenza” en la UDI, pero reconoció que llegó al Minsal por ser militante de ese partido y concejal, lo que permitía desempeñarse como operador en terreno: “Gracias a Dios, tengo buenos amigos alcaldes y concejales de todos los colores políticos”. También dijo que Orlando Durán llegó al ministerio con el ex subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo (independiente cercano a la UDI). Este último figuró en un sumario del Minsal por su responsabilidad en sobrecostos que se pagaron en 14 obras hospitalarias en el primer gobierno de Piñera y, además, fue duramente cuestionado por la DC porque cuando era director del Hospital Clínico de la UC negó la existencia del informe de la autopsia del ex presidente Eduardo Frei Montalva, documento requerido en la investigación por la muerte del mandatario.
Alexis Flores aseguró a CIPER que no trató de favorecer a Hotel Clínico cuando envío el correo en que pedía acelerar los pagos. Lo hizo, dice, porque un asesor de la Presidencia, a quien identifica como Carlo Rojas, pidió apurar los pagos a otra residencia sanitaria: el Hotel Nippon. Este último establecimiento fue mencionado en un artículo publicado por La Tercera el 24 de junio pasado, donde se informó que el Minsal le adeudaba unos $150 millones.
CIPER tuvo acceso a la cadena completa de estos mensajes, la que también está en manos de la Contraloría. Carlo Rojas Viani, según una nota publicada el 29 de mayo por La Segunda, es parte del equipo que dirige el ex subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, que asesora al Presidente Piñera en el seguimiento a las políticas de distintos ministerios frente a la pandemia (vea aquí la nota de La Segunda).
HONORARIOS EN EL CASO BASURA
Alexis Flores es también concejal en la comuna de La Cisterna. El periodista fue tejiendo su influencia desde diversos municipios en los que trabajó en el área de comunicaciones y también en dos Servicios de Salud metropolitanos: occidente y central. Su momento estelar lo alcanzó con el subsecretario Zúñiga, al convertirse en uno de sus asesores de confianza en medio de una de las crisis sanitarias más dramáticas que ha vivido el país. Desde esa posición, según reveló un reportaje de Chilevisión, Flores llamaba a los servicios de Salud de distintos puntos del país para decirles qué residencias debían contratar y por cuánto dinero. Una facultad delicada si se tiene en cuenta que su currículo ya exhibía un opaco episodio relacionado con empleos y fondos públicos.
El nombre de Flores emergió en la investigación del Caso Basura, que destapó irregularidades en los municipios de Maipú, Cerro Navia y Colina. Fue en esta última comuna, dirigida por el alcalde Mario Olavarría, también UDI, donde las indagatorias revelaron que el periodista mantuvo un contrato a honorarios entre agosto de 2012 y mayo de 2013 como beneficiario del plan de empleo comunal. Por ese vínculo laboral cobró $1,4 millón bruto mensual. Al mismo tiempo estaba contratado como jefe de gabinete del entonces director del Servicio de Salud Metropolitano Occidente (SSMO), Francisco Miranda, el ex alcalde UDI de San Bernardo, por $2,4 millones brutos al mes.
Estas dos labores –en Colina y en el servicio dirigido por Miranda– se superponían con otra tarea que en ese mismo momento reclamaba la atención de Flores: su campaña electoral de 2012 para convertirse en concejal por La Cisterna, lo que consiguió con el 5,37% de los votos.
¿Cómo pudo Alexis Flores armonizar tres tareas tan demandantes, como lo eran los trabajos que debía realizar en Colina y en el servicio de Salud, además de su campaña? En 2015, la Contraloría encontró la explicación. El órgano fiscalizador revisó los contratos de Flores en Colina y determinó que las labores que debía cumplir allí, como “editor y productor de la radio municipal”, nunca las efectuó. Los funcionarios que trabajaban en la emisora declararon a la Contraloría que no lo conocían y que otra persona cumplía las funciones que se la asignaban en el contrato. “(Flores) no se ha desempeñado en la radioemisora, ni ha participado en sus contenidos”, señala la auditoria hecha por la Contraloría y que fue divulgada por radio Biobío en 2017.
El sumario, en todo caso, no terminó con sanciones para Alexis Flores, porque las personas contratadas a honorarios no tienen responsabilidad administrativa. Pero la jefa de la Dirección de Desarrollo Comunal de Colina, Isabel Valenzuela, que autorizó los pagos al periodista, sí fue sancionada con el descuento de una parte de su sueldo durante algunos meses.
En 2015, Alexis Flores trabajó en la Corporación de Desarrollo de Cerro Navia, entidad que fue investigada en el Caso Basura. Ahí coincidió con otros involucrados en esa indagatoria del Ministerio Público, como Marcela Morales, quien también emitió boletas de honorarios para la Municipalidad de Colina cuando en paralelo trabajaba como secretaria de Planificación y luego administradora municipal de Cerro Navia. Tanto Marcela Morales como el alcalde Mario Olavarría, entre otros funcionarios de Cerro Navia y Colina, fueron absueltos de los cargos de fraude al fisco y malversación de caudales públicos en abril de 2019.
TRAYECTORIAS QUE SE CRUZAN
Según la información que Alexis Flores publica en Linkedin, se inició como periodista en la Municipalidad de Maipú en 2001, junto al alcalde Roberto Sepúlveda, ex diputado y hasta hace poco director de Atención Primaria del Servicio de Salud Metropolitano Central. Luego fue jefe de prensa de Lo Barnechea, bajo la alcaldía de Marta Ehlers. También se desempeñó en Recoleta en 2008, según los registros históricos de Transparencia, cuando la alcaldesa de esa comuna era Sol Letelier (UDI).
Ya con casi 10 años de experiencia en municipios, el triunfo de Sebastián Piñera en 2010 abrió para Flores el tránsito a las entidades gubernamentales de Salud. En el primer período del Presidente Piñera, entró al Minsal como encargado de Participación Ciudadana. Poco después asumió la jefatura de comunicaciones del Servicio de Salud Metropolitano Central (SSMC). Según los registros de transparencia, estuvo en ese lugar entre julio de 2011 y mayo de 2012. En ese período, Orlando Durán, el dueño del Hotel Clínico, aparece en la nómina del mismo servicio de salud como director de consultorio. Había llegado ahí en 2009 y se quedó hasta abril de 2012. Esta fue la primera vez que ambos coincidieron en un organismo público y sus salidas fueron casi al mismo tiempo.
Flores se convirtió en jefe de gabinete del director del Servicio de Salud Metropolitano Occidente (SSMO), cargo que ejercía Francisco Miranda.
Orlando Durán retornó al SSMC tras ganar un concurso de Alta Dirección Pública para ocupar el puesto de director de Atención Primaria. Allí coincidió con Miranda, quien asumió como subdirector del SSMC en abril de 2013.
Tras el cierre del primer gobierno de Sebastián Piñera, tanto Flores como Durán debieron volver a trabajar en municipalidades. Alexis Flores lo hizo en la Corporación Municipal de La Florida, luego en Cerro Navia y en Pirque. Orlando Durán se integró a la Dirección de Salud de Renca, cuya alcaldesa era Vicky Barahona (UDI). En 2018, Barahona fue contratada para asesorar el gabinete del subsecretario Zúñiga, instancia que también era integrada por Flores.
La vuelta de Sebastián Piñera al gobierno en marzo de 2018 significó también el retorno de Flores, Durán y Miranda al Ejecutivo. Alexis Flores ingresó al Minsal como asesor del entonces jefe de la cartera, Emilio Santelices. Sin embargo, a los pocos meses recaló como asesor del subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, antecesor de Arturo Zúñiga. Mientras tanto, Orlando Durán entró al Minsal como jefe de la División de Atención Primaria. En tanto, Francisco Miranda ocupó la dirección del Servicio de Salud Metropolitano Occidente, donde también fueron empleadas las parejas de Durán y Flores.
Las labores de la pareja y socia de Durán, Alexandra González, en el servicio de Salud dirigido por Francisco Miranda eran “coordinar reuniones en territorios con las organizaciones sociales funcionales y territoriales, visitar los consejos consultivos de los servicios de salud, organizar actividad de capacitación en todos los territorios”. Esto por dos pagos brutos: uno de $10,8 millones por sus labores entre abril y diciembre de 2019, y otro $14,4 millones por todo 2020.
La querella criminal presentada por el subsecretario Zúñiga indica que Alexandra González nunca informó que era parte de la sociedad Hotel Clínico junto a Durán: “Jamás hizo presente dicha circunstancia, y dado el cargo que detenta en el Servicio de Salud Metropolitano Occidente, tiene un grado de vinculación con la sociedad interviniente que simplemente le impide gestionar de forma alguna cualquier contrato con el Estado, existiendo al efecto un manifiesto conflicto de interés”, dice el escrito.
También estaba trabajando en el Minsal un primo de Alexandra González: el periodista D’angelo Ignacio Iasalvatore. Este último de igual forma estaba relacionado con las residencias sanitarias, pues figura como contraparte del Hotel Nippon en el contrato entre el Minsal y ese establecimiento (vea ese contrato, página 7).
“LLEGUÉ AL MINSAL POR SER UDI Y CONCEJAL”
Alexis Flores, en conversación con CIPER, negó tener vínculos estrechos, más allá de las relaciones laborales, con Durán y Miranda:
“Mire, voy a ser bien claro en algo: yo llegué al Ministerio de Salud porque soy militante de la UDI y concejal. Es cierto. Una de las cosas que hicimos muy mal en el primer período del Presidente Piñera fue la gestión territorial. ¿Quién tiene esos contactos? Los alcaldes y los concejales. Yo, gracias a Dios, tengo buenos amigos alcaldes y concejales de todos los colores políticos. Recorrí Chile completito. Nunca estuvo en mi espíritu meterme en cosas relacionadas a hoteles. No tengo idea de hoteles”.
-Pero usted hizo más que eso. Estaba recomendando las contrataciones de hoteles sanitarios.
-No. Eso no es así. Yo era (un funcionario a) honorario en el ministerio, no tenía poder de decisión. Mi trabajo era recepcionar todas las cotizaciones de hoteles que estaban interesados en ser residencias y enviarlas al servicio de Salud correspondiente, que eran quienes contrataban.
-Pero se publicó un correo suyo preguntando por el pago de uno de estos hoteles.
-Es efectivo eso. Pero hay que ser claro. Yo quería saber cuándo se le iba a pagar. Si lo tiene a vista (el correo), véalo. “¿Cuándo se le va a pagar a esta gente?”, digo yo, refiriéndome específicamente al Hotel Nippon.
-¿Usted conoce a la persona del Hotel Nippón?
-No lo conozco. He hablado con él dos o tres veces por teléfono y, adicionalmente, nos hemos comunicado por correo electrónico por el pago de sus servicios, pendiente desde marzo. En el último correo de este señor, me dice que él ya no puede seguir prestando servicios, dado que no se le han pagado y no dispone de recursos para seguir.
-¿Informó de esta situación a su jefatura?
-Se lo hice saber al jefe de gabinete (Jorge Acosta). Le expliqué al subsecretario por qué mandé ese correo (para apresurar el pago). Lo hice porque uno o dos días antes me llegó un mensaje por Whatsapp de uno de los profesionales de la Presidencia que estaban instalados en el ministerio pidiéndolo.
-¿Qué decía ese mensaje?
-Que el señor del Hotel Nippon había reclamado en altas esferas. No sólo en el ministerio. No sólo esos correos que me mandaban con la factura, sino que a alguien de la Presidencia. Y ellos mismos me dijeron que, por favor, esto hay que agilizarlo, hablar con la persona de presupuesto, pagarlo. Porque nos cuesta la tarjeta roja, en forma inmediata, si no.
-¿De quién era este mensaje?
-Eran mensajes reenviados por Carlo Rojas, el profesional enviado desde La Moneda para ver el tema de las residencias sanitarias.
Sobre sus vínculos con Durán y Miranda, dice que solo fueron laborales:
“Con el doctor Miranda no tengo una amistad de visitas o de salir a comer. Nosotros tenemos un aprecio, como doctor y como jefe. Así como con todos mis jefes, que en su mayoría han sido alcaldes (…). Yo conocí a Durán de vista, sin ninguna relación, durante el primer período del Presidente Piñera y nos volvimos a encontrar cuando él llega con el doctor Luis Castillo al Ministerio de Salud el año pasado (…). Es más, con Orlando Durán nunca tuvimos mayor coincidencia, más allá de las muchísimas reuniones en que participamos en este período (en el Minsal).