El arquero de la Selección está a un paso de convertirse en el cuarto futbolista nacional que el Ingeniero dirija en Europa. Entre el técnico y el golero ya ha habido declaraciones de admiración mutua.
Manuel Pellegrini espera a Claudio Bravo. La trayectoria del capitán de la Selección en la obtención de la Copa América de 2015 y la Copa América Centenario parece suficiente garantía para que el Ingeniero le confíe el arco del Betis. El oriundo de Viluco es la pieza que necesita el Ingeniero para ponerle bases a su Betis en construcción. Su inminente arribo también es el desmentido más reciente a una creencia popular poco fundada: que el entrenador no les da posibilidades a sus compatriotas en las escuadras que dirige.
Pellegrini y Bravo se respetan mutuamente. En varias ocasiones se ha declarado respeto, casi rozando la admiración. Las negociaciones para que el guardameta se transforme en refuerzo del equipo andaluz han intensificado las referencias del entrenador hacia Bravo. “No voy a hablar de nombres, pero es una posición que necesitamos reforzar. Conversé con Antonio Cordón. Joel es un portero de garantías, pero necesitamos otro. Dani será de gran ayuda en el futuro, pero ahora necesita más tiempo”, declaró hace cuatro días. Su mesura habitual lo frenó a la hora de referirse al vilucano.
En diciembre de 2016, cuando el portero iniciaba con dudas y críticas su paso por el Manchester City, en el que no alcanzaron a coincidir, el ex defensor de Universidad de Chile no vaciló para darle un espaldarazo potente. “Claudio Bravo es el mejor portero del mundo”, declaró para llamar a la calma a los aficionados del club al que le había dado un título, pero que terminó rindiéndose a la tentación de reemplazarlo por Josep Guardiola. “La prensa inglesa es dura con él, pero lo es con el mundo entero. Y si Bravo pasó de la Real Sociedad al Barcelona y del Barcelona al City, es porque es el mejor portero del mundo”, amplió. Por esos días, ilustres como Gianluigi Buffon, David De Gea, Keylor Navas y Manuel Neuer vivían momentos de plenitud, que en algunos casos, como el del alemán perduran hasta hoy.
De parte del arquero también ha habido intervenciones igualmente conceptuosas dirigidas al director técnico, pese a que nunca han coincidido en una práctica. En abril de 2013, en la antesala de un partido entre el Málaga de Pellegrini y la Real Sociedad que integraba, Bravo llenó de alabanzas al estratega. “Es muy metódico, muy completo y moderno también en el hecho de lo que quiere de sus equipos. Tiene una marca registrada”, lo definió.
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